Reserva Ecologica Cacatachi Frente al Cambio Climatico (RECFRECC)

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RESERVA ECOLOGICA CACATACHI

viernes, 7 de abril de 2023

Por qué nos debería preocupar la situación de los arrecifes

Por qué nos debería preocupar la situación de los arrecifes de coral Fecha de Publicación: 03/03/2023 Fuente: Agencia DW País/Región: Internacional
Las cosas no pintan muy bien para los arrecifes de coral. Se están decolorando, y están siendo absorbidos por el calentamiento de los océanos. ¿Por qué preocupa esta situación? Los arrecifes de coral son grandes estructuras de piedra caliza construidas por miles de diminutas criaturas coralinas llamadas pólipos. Se encuentran en más de 100 países y pertenecen a las zonas tropicales. Pero su aspecto actual deja mucho que desear. El aumento de la temperatura del océano provocado por el cambio climático es la principal causa del blanqueamiento de los corales, ya que, debido al sobrecalentamiento del agua, los arrecifes expulsan las algas simbióticas responsables de su color. Si esto ocurre durante periodos prolongados, los corales pueden acabar muriendo. En las últimas tres décadas, el planeta ya ha perdido cerca de la mitad de sus corales de aguas poco profundas. Y al ritmo actual, hasta el 90% de ellos desaparecerá a mediados de siglo. Algo que es realmente grave. ¿Qué función tienen los arrecifes? En primer lugar, protegen contra inundaciones: unas 200 millones de personas en todo el mundo dependen de los arrecifes para proteger a sus comunidades costeras de las mareas y las inundaciones. Muchas de esas personas viven en Estados Unidos. Los arrecifes de coral actúan como rompeolas de cresta baja y absorben el 97% de la energía de las olas. Esto reduce sustancialmente las inundaciones y la erosión en las costas. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, los arrecifes ayudan a evitar daños por un valor de 1.800 millones de dólares al año en zonas como Florida, Hawái y Puerto Rico. Y si esos arrecifes pierden un metro de altura, existe el peligro de que los daños materiales y económicos sean de unos 5.000 millones de dólares. Como se prevé que las inundaciones costeras empeoren este siglo, los arrecifes desempeñarán un papel aún más importante. Además, los arrecifes de coral cubren menos del 0,5% de la superficie terrestre, pero albergan alrededor del 25% de todas las especies marinas. Son algo así como las selvas tropicales del mar. Son clave para la resiliencia del planeta, y albergan un amplio espectro de recursos que todavía no han sido siquiera descubiertos por la ciencia, y que son el resultado de millones de años de evolución. Casi todo lo que se sabe sobre los arrecifes de coral se basa en lo que está cerca de nuestras costas, pero la mayoría de ellos son puntos de acceso biodiversos y distantes en cuencas oceánicas que, de otro modo, serían yermas. Esa diversidad es un tesoro de valor incalculable. Por ello, ignorar la pérdida intangible de ese patrimonio o permitir la destrucción de los arrecifes es como quemar la Gran Biblioteca de Alejandría. Fuente invalorable para la medicina Un gran número de fármacos de la medicina moderna proceden de fuentes naturales. Hasta ahora, la mayoría provenía de organismos terrestres. Pero debido a que el 80% de la vida se encuentra bajo el agua, los investigadores se enfocan cada vez más en los organismos marinos como fuente para satisfacer la necesidad de nuevas sustancias químicas y enzimas para fabricar los fármacos del futuro. Según algunas estimaciones, las posibilidades de descubrir un nuevo fármaco en el mar, sobre todo en los arrecifes de coral, son cientos de veces mayores que en tierra firme. Por ejemplo, el agente anticancerígeno Ara-C, incluido en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra en las esponjas marinas de un arrecife del Caribe. También están los gasterópodos, que cuentan con dolastatina 10, que se está probando como tratamiento para cánceres de mama e hígado, tumores y leucemia. Una molécula prometedora, la eleuterobina, que se cree que ralentiza el crecimiento de las células cancerosas, se puede hallar en una especie común de coral blando. Los científicos han podido utilizar su código genético para averiguar cómo fabricar esta sustancia química en grandes cantidades. Otro éxito del botiquín de la naturaleza es la trabectedina, que se encuentra en la bacteria marina Ecteinascidia turbinata y se utiliza en la quimioterapia.

Cientos de especies en peligro por cambio de hábitats

Cientos de especies de mamíferos están siendo empujados a la extinción Fecha de Publicación: 13/01/2023 Fuente: Agencia EP País/Región: Internacional
Un estudio dirigido por la Universidad de Manchester concluye que cientos de especies de mamíferos están siendo empujadas hasta sus límites ecológicos en zonas donde es improbable que prosperen. La investigación, dirigida por Jake A. Britnell y Susanne Shultz, se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Sus resultados sugieren que la restricción a hábitats pobres y marginales es una amenaza para la conservación mundial que es vital incorporar a la evaluación y gestión de la conservación. Los investigadores demuestran que muchas de las 627 especies de mamíferos con contracción documentada de su área de distribución sólo se dan ahora en los extremos ecológicos de sus áreas de distribución históricas. El 66% y el 75% de estas especies se vieron empujadas hacia los extremos de temperatura o precipitación, respectivamente, y los cambios empeoran a medida que las especies pierden más terreno. "La presión humana hace que las especies pierdan área de distribución. A medida que pierden área de distribución, sus nichos se reducen y quedan restringidas a una gama menos diversa de hábitats. Nuestro estudio sugiere que la pérdida de área de distribución se concentra en núcleos de nicho, empujando a muchas especies a los extremos ecológicos de su área de distribución histórica", afirma en un comunicado el doctor Britnell. Este cambio, denominado marginación ecológica, conlleva un mayor riesgo de extinción de las especies. Según los investigadores, la calidad del hábitat es importante para el riesgo de extinción de una especie y la marginación ecológica podría ayudar a explicar por qué algunas zonas protegidas son más eficaces que otras. Este cambio se produce porque las zonas que son buenas para la agricultura, los pastizales y los asentamientos humanos se han convertido para uso humano. Esto hace que los hábitats naturales queden restringidos a zonas que los humanos no quieren o no pueden utilizar. Este estudio demuestra que estos "remanentes" también pueden ser hábitats de baja calidad para la protección de la biodiversidad. "Si estamos conservando especies en hábitats fundamentalmente inadecuados, la conservación puede rendir por debajo de sus posibilidades o incluso fracasar. El uso de información histórica puede poner de relieve lugares o estrategias más eficaces para concentrar nuestros esfuerzos", afirma el profesor Shultz . "Si las especies se protegen en zonas marginales, los esfuerzos de conservación ya van a la zaga, pues las especies no sobrevivirán ni se reproducirán tan bien como podrían. Si identificamos y protegemos entornos de alta calidad, reforzaremos poblaciones más abundantes, densas y resistentes", afirma el Dr. Britnell.

Ecuador: detectan cientos de especies invasoras en Amazonía

Científicos identifican 204 especies exóticas e invasoras en el nororiente de la Amazonía ecuatoriana Fecha de Publicación: 28/02/2023 Fuente: Agencia EFE País/Región: Ecuador
Las especies invasoras actualmente son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad a nivel mundial. Son capaces de colonizar cualquier ambiente, afectando a las especies nativas y causando cientos de extinciones a escala local y global, lo que tiene impactos severos en los ecosistemas, en muchos casos generando pérdidas ecológicas, económicas y afectaciones a la salud humana y animal, como se evidencia en el último Informe de la Evaluación Mundial sobre la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). En 2021 se estimaron pérdidas económicas globales de 1.28 billones de dólares para los últimos 50 años a causa de las especies invasoras. Sin embargo, la cifra está sesgada hacia los países desarrollados, en donde el estudio y la documentación de los impactos causados por las especies invasoras son conocidos y monitoreados. En el caso de países en vía de desarrollo como Ecuador, la falta de información no ha permitido identificar dichas pérdidas, a pesar de que se trata de un país megadiverso. El panorama es más complejo si se considera que Ecuador ha sido clasificado, conjuntamente con Colombia, México, Estados Unidos y Australia, como uno de los países con la mayor cantidad de especies de vertebrados amenazados de extinción por especies invasoras. En octubre de 2022, investigadores latinoamericanos realizaron el primer diagnóstico y mapeo de especies exóticas invasoras en el nororiente de la Amazonía ecuatoriana, una región que se caracteriza por su gran biodiversidad y por enfrentar fuertes presiones, pues es una de las zonas más intervenidas por actividades de explotación petrolera, vías y colonización. El proyecto determinó un total de 204 especies exóticas e invasoras presentes en la Amazonía Nororiental ecuatoriana, de las cuales 73 % son plantas; 26 %, animales y 1 %, hongos. El objetivo es que a futuro se puedan realizar ejercicios como este en otras zonas de la Amazonía o, incluso, en otras regiones del país bastante intervenidas como la costa. 12 especies invasoras con alto potencial de daño La falta de información es, sin duda, uno de los principales retos a los que se enfrentan los científicos latinoamericanos en sus investigaciones y este proyecto no fue la excepción. Felipe Espinoza, coordinador del proyecto Diagnóstico, Mapeo y Desarrollo de Planes Técnicos para la Gestión de Especies Exóticas Invasoras (EEI) en el nororiente de la Amazonía Ecuatoriana, e investigador asociado del Instituto Nacional de Biodiversidad de Ecuador (Inabio), comenta que al principio les tocó salir prácticamente a ciegas a buscar información en iNaturalist y otras plataformas de ciencia ciudadana, pero que realmente no tienen clasificadas a las especies como exóticas o invasoras. “Hacer esa clasificación teórica inicial fue el gran desafío que tuvimos para poder ejecutar el proyecto. Una vez que ya tuvimos eso, tanto el Inabio como el Ministerio de Ambiente poco a poco han ido incorporando esos criterios. Antes de eso no existía nada adicional a lo que sabíamos empíricamente sobre la presencia de algunas invasoras por estudios que había realizado Colombia. Perú no tiene absolutamente nada de información para la región y Brasil tiene muy poco, porque la frontera con Ecuador es una de las zonas más remotas de ese país”, explica Espinoza. Después de que sortearon este primer desafío, los investigadores pudieron comparar las bases de datos de cinco plataformas de registro de especies con la información sobre Ecuador continental que se encuentra en el Registro Mundial de Especies Introducidas e Invasoras (GRIIS, por sus siglas en inglés), el cual es una lista validada de especies exóticas e invasoras en todo el territorio y consta de 737 especies, de las cuales 577 (78 %) son plantas; 157, animales (21 %); 2, bacterias y 1 se trata de un hongo. En ese momento llegaron las tres salidas de campo —cada una con una duración aproximada de 15 días— en zonas dentro y fuera de tres áreas protegidas presentes en esta región ecuatoriana: Parque Nacional Yasuní, Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno y Reserva Biológica Limoncocha. Las dos primeras áreas están entre las más grandes del país. “Realizamos colectas para obtener datos que luego nos permitieron generar información visual, es decir, mapas y también tener un comparativo entre que está pasando en áreas que tienen transformación de uso de suelo y áreas que están protegidas”, comenta Espinoza. En el Parque Nacional Yasuní, el área protegida más grande del Ecuador continental, los investigadores registraron 66 especies invasoras, la mayor cantidad de los tres sitios en donde se realizó el trabajo. En la Reserva Biológica Limoncocha se identificaron 25 especies invasoras; ahí se documentó la más alta concentración de especies por unidad de superficie (cuatro por cada kilómetro cuadrado). Esa área se caracteriza por estar aislada de bosques saludables y rodeada por actividades humanas. De acuerdo con los investigadores, Limoncocha constituye el área protegida con mayor riesgo de impactos. En la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno se detectaron 53 especies invasoras. El mayor factor de riesgo de esta área protegida son las inundaciones periódicas que facilitan la dispersión de muchas especies a lo largo de los sistemas hídricos de la reserva. Los científicos destacan que se deben tomar acciones para atender a las 204 especies invasoras detectadas en la Amazonía nororiental, pero destacan 12 que, con base en sus análisis, representan un riesgo potencial alto o muy alto para los ecosistemas: el pasto elefante (Cenchrus purpureus), el pasto guinea (Panicum maximum), el lirio de arroyo (Hedychium coronarium), el plátano rosa (Musa velutina), la lechuga de agua (Pistia stratiotes), la paloma doméstica (Columba livia), la rata negra (Rattus rattus), el geco casero bocón (Hemidactylus frenatus), el geco casero tropical (Hemidactylus mabouia), la garza bueyera (Bubulcus ibis), la tilapia roja (Oreochromis xmossambicus) y el caracol africano (Lissachatina fulica). Para llegar a esta selección, los científicos se hicieron cuatro preguntas clave: ¿existe similitud climática entre la Amazonía ecuatoriana y el área de distribución nativa de la especie?, ¿la especie ha sido reportada como invasora en países con similitud climática con la Amazonía ecuatoriana?, ¿se encuentra en la lista de las 100 peores especies exóticas invasoras más dañinas del mundo?, ¿ha sido categorizada como invasora en la Amazonía colombiana o brasileña y ha generado impactos? Mientras más respuestas afirmativas, mayor riesgo. Después, los investigadores evaluaron si se detectó su presencia dentro o fuera de las áreas protegidas en las salidas de campo. Con toda la información anterior, los taxónomos del Inabio y el equipo técnico del proyecto determinaron esas 12 especies de mayor urgencia de manejo en las áreas protegidas. “Ya hemos identificado esas 12 especies. Se necesita hacer estudios, hacer monitoreos, involucrar a la comunidad científica, a las universidades para que puedan apoyar en sus tesis algunos trabajos de investigación que ayuden con el monitoreo de estas especies invasoras, porque hasta el momento no existe información sobre qué impactos están causando, cómo están afectando el ecosistema”, dice Efraín Freire, investigador del Inabio y quién participó en la revisión del proyecto. Recientemente Mongabay Latam publicó el especial periodístico Especies invasoras: las enemigas silenciosas que son ya un peligro en Latinoamérica en el que se destacan los impactos del visón americano en Argentina, el hipopótamo en Colombia, la tilapia en Ecuador, el lirio acuático en México, el kukuyo en Perú y el paiche en Bolivia.

Nueva enfermedad para aves marinas: "Plasticosis"

Plasticosis: una nueva enfermedad causada por el plástico que está afectando a las aves marinas Fecha de Publicación: 10/03/2023 Fuente: La Vanguardia (España) País/Región: Internacional
La contaminación por plásticos se extiende por todo el planeta y sus efectos alcanzan a múltiples especies, incluidos los humanos. Hasta ahora, sin embargo, existen pocos estudios sobre los efectos sanitarios de la dispersión de polímeros sintéticos que acaban incorporándose a la cadena alimentaria. Sirva de ejemplo para reparar este déficit un nuevo estudio liderado por expertos de Australia y Reino Unido en el que se han analizado las consecuencias de la ingesta de microplásticos en la salud de ejemplares silvestres de pardela paticlara o pardela negruzca. La investigación es destacable no solo por mostrar los daños de los plásticos vertidos por los humanos en esta especie de ave de nombre científico Ardenna carneipes sino porque los autores proponen un término para calificar este tipo de afecciones que posiblemente se haga famoso: plasticosis. "Dado que la biota [seres vivos] está cada vez más expuesta a la contaminación plástica, es necesario examinar de cerca los impactos subletales ocultos de la ingestión de plástico", exponen los autores del estudio en l primera parte del resumen de conclusiones. Este campo de estudio emergente se ha limitado a especies modelo en entornos de laboratorio controlados, con pocos datos disponibles para organismos silvestres de vida libre. En este sentido, la pardela paticlara, ave que ingiere accidentalmente importantes cantidades de plásticos (que confunde con alimentos), es "una especie apta para examinar estos impactos de una manera ambientalmente relevante". Los autores querían comprobar, en concreto, si la ingesta de microplásticos afecta a la salud de estas aves. Para ello analizaron el cuerpo de 30 polluelos en nidos de la isla de Lord Howe (Australia), a unos 600 km al este del continente. Para comprobar la veracidad de su hipótesis, los autores utilizaron un tinción tricrómica de Masson (colorante añadido) para documentar cualquier evidencia de fibrosis inducida por plástico, usando colágeno como marcador para la formación de tejido cicatricial en el proventrículo (estómago) de los polluelos La presencia de plástico, procedentes de la alimentación, "se asoció en gran medida con la formación generalizada de tejido cicatricial y cambios extensos e incluso la pérdida de la estructura del tejido dentro de la mucosa y la submucosa", destacan los autores de este estudio cuya primera firmante es Hayley S. Charlton-Howard, investigadora del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos en Battery Point (Tasmania, Australia). Otras especies amenazadas Además, a pesar de que los elementos no digeribles de origen natural, como la piedra pómez, también se encuentran en el tracto gastrointestinal, esto no causó cicatrices similares. Esto destaca las propiedades patológicas únicas de los plásticos y genera preocupación por otras especies afectadas por la ingestión de plástico, concluye el equipo del que forman también parte Alexander L. Bond, Jack Rivers-Auty y Jennifer L. Lavers. Alex Bond, en concreto, explica que "si bien estas aves pueden verse saludables por fuera, no les va bien por dentro". "En este estudio se investiga por primera vez el tejido del estómago de esta manera y muestra que el consumo de plástico puede causar daños graves al sistema digestivo de estas aves", indica Bond en una nota difundida por el Museo de Historia Natural de Londres, centro al que pertenece este experto. "Si bien la plasticosis solo se conoce por el momento solamente en esta especie, la escala de la contaminación plástica hace pensar en que este problema puede estar mucho más extendido. Incluso podría tener impactos en la salud humana", indica Alex Bond. Los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista Journal of Hazardous Materials.