Siguiendo con nuestro paseo en derredor del globo para conocer a los arboles mas magnificos del mundo, en esta ocasión iremos a México a presenciar al árbol más ancho del planeta: El Gigante, un ejemplar de ahuehuete. A continuación, Los árboles más magníficos del mundo: Ahuehuete.
Los árboles más magníficos del mundo: Ahuehuete
Los ahuehuetes, o cipreses mexicanos (Taxodium mucronatum Ten.) es una especie originaria de América del Norte, es el árbol nacional de México. Se distinguen por in desmesurado diámetro que puede alcanzar su tronco, superando a las sequoias, que tiene un ancho de de 2 a 14 metros, con unos 30 metros de altura. Son también muy longevos, con ejemplares de una edad estimada de 2000 años. (imagen)
Tienen hojas de unos dos centímetros de largo por dos milímetros de ancho, que están ordenadas en espiral, en dos filas horizontales superpuestas. Las piñas son de forma ovalada de unos 2 cm de largo.
Suele crecer en lugares donde abunda el agua, como ríos y arroyos, de ahí su nombre ahuehuetes, que en náhuatl significa árbol viejo de agua. Se los puede encontrar al sur del Río Bravo, aunque también los hay en Texas. Pero son más comunes en todo el territorio mexicano, y también en Guatemala.
Árboles Ahuehuete
El ejemplar más magnífico de esta especie arbórea es el apodado El gigante, o El árbol de Tule, que se lo puede ver en el cementerio de la iglesia de Santa María de Tule, en Oaxaca, México. Como dijimos, es el árbol más grueso del mundo. Tiene un diámetro de 14,05 metros y una altura de 41, 85 metros. El perímetro alcanza los 46 metros, o sea que se necesitarían más o menos unas 30 personas abrazadas para rodear su tronco. Se dice que a su sombra pueden caber 500 personas. No se sabe a ciencia cierta, pero se cree que tiene unos dos mil años de edad.
Otro ejemplar muy conocido es el “Árbol Sagrado”, que se encuentra en Ocuilán de Arteaga, que tiene unos 37 metros de altura y 4 de diámetro, pero se destaca porque de entre sus raíces nace un manantial.
Desde tiempos prehispánicos estuvo siempre ligado a leyendas e historias locales, incluso su carácter sagrado persiste hoy en día. Se cuenta que cuando los españoles fueron derrotados en batalla por los aztecas en la Noche triste, Hernán Cortés se detuvo a llorar bajo un ahuehuete que estaba en la calzada México-Tacuba, en la Ciudad de México, en la población Colonia Popotla. Tenía 5,5 metros de diámetros y unos 600 años de edad, hoy está muerto
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