El diseñador gráfico Daniel Siering y el director artístico Mario Schuster han escogido un árbol solitario en Postdam (Alemania) y lo han transformado en un objeto mágico e imposible utilizando únicamente un poco de pintura y papel de aluminio.
Para crear la ilusión óptica han envuelto una parte del tronco con papel
de aluminio y posteriormente lo han pintado con un aerosol imitando el
entorno.
Visto desde el ángulo preciso parece que el árbol flota en el aire.
En estos vídeos puedes ver como se realizó y el efecto de esta ilusión
contrastada con el movimiento de dos corredores y un coche.
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