Mamíferos monógamos para conservar a su pareja y evitar el infanticidio
El antílope macho sigue a su pareja mientras busca comida para que no copule con otros machos.
- Un 9% de las 2.545 especies de mamíferos analizadas son monógamas sociales
- Dos estudios sugieren que los machos forman parejas como estrategia para conservar a su compañera y evitar el infanticidio por parte de sus rivales
- El cuidado parental de la prole sería consecuencia de esta evolución hacia la monogamia y no una de sus causas
¿Por qué algunos mamíferos machos eligen ser monógamos? La comunidad
científica ha debatido sobre este asunto durante años y esta misma
semana dos revistas coinciden en publicar sendos estudios para
esclarecer, por un lado, las razones que llevan a algunas especies de
mamíferos no humanos a optar por esta estrategia reproductiva y, por
otro, para explicar cómo ha evolucionado la monogamia en los primates.
Estas dos investigaciones sobre la monogamia social (es decir, que una
hembra y un macho fértiles se apareen y procreen durante varias
temporadas reproductivas) se publican en 'Science' y en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) respectivamente.
Mientras que la primera investigación concluye que la evolución de los mamíferos machos hacia la monogamia social ha sido una estrategia para no perder a su pareja, el estudio centrado en primates sostiene que la principal razón por la que los machos optaron por la monogamia fue para evitar el infanticidio de sus crías por parte de otros individuos. Los dos equipos investigadores consideran que el cuidado parental de las crías sería una consecuencia de la monogamia social y no una causa, como sostenían investigaciones previas.
Según subrayan los autores del estudio de 'Science', sus resultados no son extrapolables a la evolución de la monogamia en los seres humanos: "Se puede debatir si los humanos deberían ser clasificados como monógamos. Debido a que todos los simios africanos son polígamos y viven en grupos, es probable que el ancestro común de los homínidos también fuera polígamo", afirma Tim Clutton-Brock, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Cambridge, en una nota de prensa. "Una posibilidad es que el cambio hacia la monogamia en los humanos fuera el resultado de los cambios en la dieta, que redujeron la densidad de hembras. Otra posibilidad es que el lento desarrollo de los individuos jóvenes hiciera necesario extender los cuidados parentales de ambos progenitores", añade.
En la última década, señalan los científicos, se han publicado alrededor de 15 estudios comparativos y libros que ofrecían explicaciones alternativas para la evolución de la monogamia en mamíferos, pero ninguno de ellos ofrecía respuestas concluyentes.
Los científicos de la Universidad de Cambridge analizaron información de 2.545 especies de mamíferos para averiguar cuál de las dos hipótesis era la más acertada. Su conclusión es que la segunda hipótesis, es decir, la de conservar a su pareja, es la más fuerte. En su estudio ha sido clave la utilización de los mapas genéticos de las especies, una fuente que, según admiten, les ha permitido realizar una investigación "que hubiera sido imposible hace 15 años".
Los autores comenzaron estableciendo una clara definición de
monogamia social y recogiendo datos procedentes de la observación de los
sistemas sociales de las actuales especies de mamíferos, un proceso que
se prolongó durante dos años: "Buscamos información de cada una de las
especies conocidas de mamíferos (hay 5.400), consultando múltiples
fuentes y consultando nuestra clasificación con científicos que están
llevando a cabo estudios de campo", detalla Dieter Lukas, autor
principal y también investigador de la Universidad de Cambridge.
Así, cada una de las 2.545 especies de mamíferos que finalmente recogieron en su investigación fue clasificada en uno de estos tres grupos: monógama social (229 especies, es decir, un 9%), que vive en un grupo (574 especies, un 23%) o cuyas hembras fértiles son solitarias (1.741 especies, un 68%). Después, utilizaron modelos estadísticos para determinar qué transiciones entre unos grupos y otros eran más probables. Según señalan, entre las 229 especies clasificadas como monógamas sociales hay roedores, primates y carnívoros como los lobos, las suricatas o los chacales. En las especies de herbívoros, que generalmente tienen más facilidades para conseguir alimento, la monogamia es rara mientras que el estudio muestra cómo ésta ha evolucionado en mayor medida en especies que se alimentan de carne o fruta.
Asimismo, destacan que la monogamia social ha evolucionado en las especies de mamíferos no humanos en los que las hembras fértiles no se relacionan entre ellas y en las que su densidad de es baja. Los machos, sugieren los autores, serían incapaces de monopolizar y conservar a múltiples hembras frente a sus competidores.
Los autores del estudio de 'Science' no creen que la evolución hacia la monogamia social esté relacionada con el alto riesgo de infanticidio.
Los investigadores utilizaron métodos estadísticos para evaluar tres de las hipótesis formuladas para explicar la monogamia de los machos: evitar que la hembra copule con machos rivales y con ello, aumentar sus posibilidades de reproducirse; la contribución paterna al cuidado de la prole y proteger a sus crías de otros machos que podrían matarlas. En total, analizaron 230 especies de primates.
Según concluyen, la monogamia podría haber evolucionado en los primates debido a la amenaza del infanticidio por parte de otros machos. Una vez que se estableció, vivir en pareja habría facilitado también conservar a su compañera y el cuidado parental de la prole.
Mientras que la primera investigación concluye que la evolución de los mamíferos machos hacia la monogamia social ha sido una estrategia para no perder a su pareja, el estudio centrado en primates sostiene que la principal razón por la que los machos optaron por la monogamia fue para evitar el infanticidio de sus crías por parte de otros individuos. Los dos equipos investigadores consideran que el cuidado parental de las crías sería una consecuencia de la monogamia social y no una causa, como sostenían investigaciones previas.
Según subrayan los autores del estudio de 'Science', sus resultados no son extrapolables a la evolución de la monogamia en los seres humanos: "Se puede debatir si los humanos deberían ser clasificados como monógamos. Debido a que todos los simios africanos son polígamos y viven en grupos, es probable que el ancestro común de los homínidos también fuera polígamo", afirma Tim Clutton-Brock, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Cambridge, en una nota de prensa. "Una posibilidad es que el cambio hacia la monogamia en los humanos fuera el resultado de los cambios en la dieta, que redujeron la densidad de hembras. Otra posibilidad es que el lento desarrollo de los individuos jóvenes hiciera necesario extender los cuidados parentales de ambos progenitores", añade.
Desventajas y ventajas de la monogamia
Según calculan los científicos, se conocen alrededor de 5.400 especies de mamíferos. "La gente ha estado interesada en la evolución de la monogamia en mamíferos durante 30 años", afirma el investigador Clutton-Brock. ¿Por qué algunos machos optan por ser monógamos si su potencial para tener descendencia en una única temporada reproductiva es mucho mayor que el de las hembras, que tienen largos periodos de gestación? Pese a esta aparente contradicción, hay machos que eligen tener una única compañera con la que aparearse y procrear. ¿Cuáles son, pues, las ventajas que ofrece la monogamia social?En la última década, señalan los científicos, se han publicado alrededor de 15 estudios comparativos y libros que ofrecían explicaciones alternativas para la evolución de la monogamia en mamíferos, pero ninguno de ellos ofrecía respuestas concluyentes.
Conservar a su pareja
Más recientemente, se han formulado varias hipótesis para explicar la evolución de la monogamia social en mamíferos, de las que destacan dos. Una de ellas, centrada en el cuidado paternal, sugiere que la selección natural favorece la formación de parejas porque los cuidados que pueden ofrecer los dos progenitores incrementa el bienestar de su prole (pueden llevarles más comida y protegerles del infanticidio por parte de machos rivales). La segunda hipótesis sugiere que los machos deciden emparejarse para conservar a su compañera.Los científicos de la Universidad de Cambridge analizaron información de 2.545 especies de mamíferos para averiguar cuál de las dos hipótesis era la más acertada. Su conclusión es que la segunda hipótesis, es decir, la de conservar a su pareja, es la más fuerte. En su estudio ha sido clave la utilización de los mapas genéticos de las especies, una fuente que, según admiten, les ha permitido realizar una investigación "que hubiera sido imposible hace 15 años".
La mayor parte de las suricatas tienen una sola pareja en su vida.| Dieter Lukas
Así, cada una de las 2.545 especies de mamíferos que finalmente recogieron en su investigación fue clasificada en uno de estos tres grupos: monógama social (229 especies, es decir, un 9%), que vive en un grupo (574 especies, un 23%) o cuyas hembras fértiles son solitarias (1.741 especies, un 68%). Después, utilizaron modelos estadísticos para determinar qué transiciones entre unos grupos y otros eran más probables. Según señalan, entre las 229 especies clasificadas como monógamas sociales hay roedores, primates y carnívoros como los lobos, las suricatas o los chacales. En las especies de herbívoros, que generalmente tienen más facilidades para conseguir alimento, la monogamia es rara mientras que el estudio muestra cómo ésta ha evolucionado en mayor medida en especies que se alimentan de carne o fruta.
Asimismo, destacan que la monogamia social ha evolucionado en las especies de mamíferos no humanos en los que las hembras fértiles no se relacionan entre ellas y en las que su densidad de es baja. Los machos, sugieren los autores, serían incapaces de monopolizar y conservar a múltiples hembras frente a sus competidores.
Los autores del estudio de 'Science' no creen que la evolución hacia la monogamia social esté relacionada con el alto riesgo de infanticidio.
Proteger a sus crías
Por el contrario, en el artículo publicado también esta semana en 'PNAS' y centrado en los primates, Christopher Opie (University College London) y sus colegas sostienen que la monogamia social, que definen como el emparejamiento entre un macho y una hembra para aparearse y tener descendencia, podría haber evolucionado en los primates para reducir la amenaza del infanticidio por parte de otros machos rivales.Los investigadores utilizaron métodos estadísticos para evaluar tres de las hipótesis formuladas para explicar la monogamia de los machos: evitar que la hembra copule con machos rivales y con ello, aumentar sus posibilidades de reproducirse; la contribución paterna al cuidado de la prole y proteger a sus crías de otros machos que podrían matarlas. En total, analizaron 230 especies de primates.
Según concluyen, la monogamia podría haber evolucionado en los primates debido a la amenaza del infanticidio por parte de otros machos. Una vez que se estableció, vivir en pareja habría facilitado también conservar a su compañera y el cuidado parental de la prole.
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