TOKIO - JAPÓN
Investigaciones en Japón han demostrado que estar en espacios verdes mejora el sistema inmunológico de la gente. En Japón, cuando es posible, las personas salen de la ciudad para tener un día en el bosque para un “baño forestal”, “shinrinyoku” en japonés.
En dos estudios –uno que incluyó a 260 personas saludables y otro a 12 personas indistintas- se dedujo que un baño forestal, el cual consiste en caminar a través de los campos y el bosque, reduce el pulso y la presión sanguínea. Los efectos duraron un mes. Exámenes de su saliva mostraron niveles reducidos de cortisol, lo que significa que ellos estaban menos estresados.
En dos estudios –uno que incluyó a 260 personas saludables y otro a 12 personas indistintas- se dedujo que un baño forestal, el cual consiste en caminar a través de los campos y el bosque, reduce el pulso y la presión sanguínea. Los efectos duraron un mes. Exámenes de su saliva mostraron niveles reducidos de cortisol, lo que significa que ellos estaban menos estresados.
Las personas examinadas fueron divididas en dos grupos: Aquellos que estaban en un medio ambiente urbano y aquellos que habían sido enviados a un área forestal. Ambos grupos tuvieron las mismas actividades y consumieron la misma dieta. Se cree que el químico phyoncides, un aceite que protege a los arboles de los insectos y de la descomposición, de alguna manera afecta a los químicos en el cerebro humano.
En otros estudios, se demostró que hubo un incremento en las células que luchan contra el cáncer, un incremento en los glóbulos blancos y una reducción de los niveles de glucosa en los diabéticos.
El profesor Qing Li, presidente de la Sociedad Japonesa de Medicina Forestal, declaró que una estadía en el bosque “puede tener efectos preventivos en el surgimiento y desarrollo del cáncer”.
Los científicos japoneses también concluyeron que sentir el sol, el olor de los árboles y el sonido del agua pueden tener un efecto calmante.
Estar en contacto con la naturaleza está siendo usado como terapia y educación en otros lugares. Eeva Karjalainen del Instituto Finlandés de Investigación Forestal, el cual trata con el manejo social sostenible de los bosques, apoya los resultados y comenta que la visita a los bosques promueve la salud física y mental al reducir el estrés.
En el Reino Unido y en Europa, la depresión está siendo tratada con trabajo en granjas y jardinería. No importa si es cuidando plantas o animales, el acto de cuidar algo vivo al aire libre ha tenido un efecto positivo en los pacientes con depresión clínica.
El Reino Unido tiene 42 granjas, Noruega tiene 400 y los Países Bajos 600. Las granjas del Reino Unido son parte de escuelas más grandes bajo el concepto de eco terapia: aún el caminar puede ser una terapia útil. Los estudios del Reino Unido han mostrado que el 71% de las personas que toman una “caminata verde” se sienten menos deprimidos.
Una escuela en el sur de Inglaterra hace que sus jóvenes estudiantes tengan una parte de su día en sectores verdes. Se ha observado que los niños buscan sus propios pequeños lugares para experimentar y aprender acerca de la naturaleza.
En Estados Unidos, ha habido estudios acerca de los efectos positivos de espacios verdes en la hiperactividad y el ADHD. Tal vez todos necesitamos un pedacito de verde que sea nuestro.
La investigación puede haber sido financiada por aquellos con intereses creados, pero ¡tal vez deberíamos parar y oler las flores y los arboles! (Elissa Michele Zacher/ Diario Ecología).
No hay comentarios:
Publicar un comentario