Reserva Ecologica Cacatachi Frente al Cambio Climatico (RECFRECC)

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jueves, 1 de agosto de 2013

Plantas venenosas y diminutas podrían combatir el cambio climático en el desierto

Como algo salido de las dunas , pero formadas  de partes de tierras cansadas.
By Kelsey D. Atherton Posted 07.31.2013 at 4:06 pm

Jatropha curcas
Jatropha curcas Wikimedia Commons

Cinco científicos alemanes han propuesto una nueva estrategia para la mitigación de los efectos del cambio climático: convertir desiertos costeros en bosques. ¿Por qué? Los bosques, llenos de árboles que consumen dióxido de carbono, son un gran baluarte contra los gases responsables del cambio climático global. Desiertos, con su falta de cubierta vegetal, son responsables también en hacer lo mismo.

La clave de este proceso es el secuestro de carbono. Plantas secuestran parte del dióxido de carbono que respiran, almacenan en sus ramas, troncos y las raíces, así como depositan algunos en el suelo en que viven, compensando un poco el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera.

Para activar desiertos en un lugar viable para la captura de carbono, los investigadores reunieron a un equipo diverso de especialistas, con el conocimiento que van desde el riego y captación de carbono a la desalación y la economía.

Corto, venenoso y resistente, el árbol Jatropha curcas puede sobrevivir al calor intenso, suelos pobres, alcalinas, y precipitaciones muy bajas. También produce una semilla rica en un aceite adecuado para su uso como combustible biodiesel sostenible y respetuoso del medio ambiente.

El documento sugiere la plantación de Jatropha curcas en el desierto a lo largo de la costa de la Península Arábiga, la creación de una planta de desalinización para proporcionar el agua necesaria para el riego, luego dejar que las plantas comiencen la captura de carbono y, finalmente, la producción de biocombustibles.

Carbon Farming Concept
Carbon Farming Concept:   Becker et al. 2013

Si este proyecto piloto propuesto tuviera éxito, el futuro de huertos de Jatropha curcas se podrían ampliar para cubrir los desiertos costeros, generar más combustible, y secuestrar más dióxido de carbono.

Un posible efecto secundario no deseado del proyecto es la posibilidad de una mayor cobertura de nubes y precipitaciones. Algo a considerar con cuidado, ya que como hemos visto una y otra vez, ajustar los ecosistemas puede tener consecuencias inesperadas.

El estudio aparece en la revista Earth System Dynamics.

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