La tecnológica de los biocombustibles no es nada nueva. Tiene una historia desde la década de 1800 cuando Rudolf Diesel utilizó aceite de maní para un motor de compresión y Nicolaus Otto, que desarrolló un motor de encendido por chispa que se desarrolló en etanol. Desde entonces, esta área ha estado en una fase de desarrollo constante y tiene un futuro brillante.
Los biocombustibles se pueden clasificar en dos clases: los biocombustibles de primera generación y los biocombustibles de segunda generación. Los primeros se logran a partir de azúcar, aceite vegetal y almidón, mientras que esta última están hechos de materia prima sostenible.
Algunos ejemplos de los biocombustibles de primera generación que se utilizan en la actualidad para usos doméstico e industrial
• Biodiesel
• Diésel
• Aceite vegetal
• Biogás
• Gas de síntesis
• Biocombustibles sólidos (leña, residuos domésticos, residuos agrícolas aserrín, estiércol seco, etc)
Algunos biocombustibles de segunda generación que están en desarrollo en la actualidad
• El etanol celulósico
• Biometanol
• Combustible de algas
• Lignocelulosas
• Madera diésel
Su atención se centra en el aumento de los rendimientos y la mejora de la eficiencia energética que se pueden conseguir mediante la investigación microbiológica y la sostenibilidad de la materia prima.
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